Construyendo el nido

Vivir en Madrid supone disponer de muy pocos metros cuadrados (cosa a lo que Corina, que viene de una zona rural americana, no está acostumbrada), así que hemos tenido que sacrificar espacios de la casa para montar la habitación de Luna. Efectivamente, el que sufrido reducción de sus espacios he sido yo. Me he quedado sin escritorio para montar la zona del cambiador, y también he cedido mi pequeño armario de ropa elegante (los 2 apenas trajes y 4 camisas que tengo) para dejar espacio a Luna. Corina está haciendo espacio en su propio cuerpo para que Luna siga creciendo y formándose, así que creo que ceder mis espacios de la casa es lo menos que podía hacer. Como podéis ver en la siguiente foto, a Tiny le encantaban las cositas que íbamos poniendo para Luna, y las iba haciendo suyas poco a poco. Una pena que no haya dado tiempo a que Luna conozca a Tiny, ya que falleció hace unas pocas semanas. Eso sí, le enseñaremos fotos para que vea que cuando ella aún estaba en el vientre materno, Tiny ya fue calentándole sus futuros espacios.

Tiny durmiendo en el cambiador, con el mordedor como si fuera su peluche

Hemos ido adaptando la habitación, comprando cestitas organizadoras, una cómoda del ikea a la que le pusimos unos pomos con forma de nube, unas cortinas y por supuesto, la preciosa cuna que nos regalaron los padres de Corina.

Aquí podéis ver un poco el antes y el después. Ya iremos añadiendo más cositas.