Eligiendo el nombre: ¿Por qué Luna Marie?
- Coque y Corina
- 18 jul 2024
- 2 Min. de lectura
Formar una familia internacional tiene sus dificultades, y los nombres son una de ellas. Para empezar, ni en la tierra natal de Corina saben pronunciar mi nombre real (Jorge), ni aquí en España sabemos (sí, yo también me incluyo) pronunciar su nombre real (Courtney). Así que nuestro primer objetivo al elegir un nombre era salvar esta barrera y encontrar un nombre cuya pronunciación no fuera un problema para ninguna de las familias. Eso ya limitó bastante nuestras opciones.
Bastante antes de saber que Corina estaba embaraza ya habíamos compartido algunos de nuestros nombres favoritos, y siempre nos resultaba mucho más fácil encontrar nombres de chica que de chico. A mí me gustaban Julia y Luna, y a Corina le gustaban Amaia, Leire, Ariadna o Yaiza. De chicos, Corina siempre bromeaba con que le encantaba "Lirio", pero desde el comienzo recibió un fuerte veto por parte de todos (yo incluido). Lo gracioso es que desde los primeros momentos del embarazo Corina sentía una fuerte intuición de que iba a ser niño, así que pasamos la mayor parte del tiempo debatiendo nombres masculinos: Río, River, Etienne, Julian, Leo, Luca...
Descubrir que finalmente lo que venía era una niña fue un alivio en este aspecto, y pronto nos decidimos por Luna, ya que pasó el test de pronunciación familiar con creces.
Más adelante, Corina pensó que sería bonito que tuviera un segundo nombre, pues es muy popular tener un "middle name" en la cultura americana. Enseguida le vino a la cabeza el nombre Marie (un homenaje a su madre, Susan Marie). Pensamos que la combinación de Luna y Marie (que nos recuerda al mar), quedaba muy poético y con una bonita sonoridad, así que Luna Marie será.
Además, si la llamamos Lunita a Corina le recuerda a su tía (y Madrina) Nita, ya fallecida. Por lo que le trae buenos recuerdos y hace que le guste el nombre aún más.





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